Erika Fichera. «Hay que romper la cuarta pared»

Formada como actriz cómica de teatro en argentina, ha encontrado un papel a su medida como maestra de ceremonias del ‘show’ de Heart. y lo borda.

Sueña con dirigir su propio espectáculo y viajar por el mundo con él. De momento, Erika Fichera (Buenos Aires, Argentina) desarrolla sus dotes de actriz cómica como maestra de ceremonias del show de Heart Ibiza, donde se reinventa cada noche para crear emociones, interactuar con el público y dirigir la batuta de un espectáculo de gastronomía, música y entretenimiento

¿Qué es una maestra de ceremonias?
Es la persona que hace las transiciones entre espectáculo y espectáculo, la que intenta amenizar la noche, la que regula un poco las energías dependiendo de cómo esté el público y según los espectáculos que se vayan sucediendo. Esto se puede hacer de varias maneras, bailando, haciendo mímica o hablando, pero siempre interactuando directamente con el público, rompiendo, digamos, la cuarta pared. No estoy abstraída de ellos, sino que siempre estoy con ellos.

¿Es un trabajo más de actriz o de cómica?
Creo que es la combinación de las dos. Utilizo la actriz porque tengo un personaje formado que es Lady Heart, y la cómica porque es una manera alegre y positiva de llegar al público. También lo podría hacer de forma dramática y triste, pero siempre buscando la comicidad, nunca el melodrama.

¿Qué busca a través de este papel de Lady Heart? ¿Se esconde en él?
Todos tenemos muchas caras en nuestro fondo pero nos quedamos con el que nos da más estabilidad, nos ayuda a enfrentar la vida o el que nos da más sociabilidad y facilidad para movernos. Luego tenemos otros papeles que nos gusta sacar con determinadas personas. Algunos lo hacen cuando se emborrachan. Tenemos muchos personajes, pero los que nos dedicamos a la vida artística los desarrollamos de esta manera.

¿Busca la complicidad constante con el público o es un apoyo del show?
Las dos cosas. Me gusta que el público forme parte de lo que está pasando,que apoye lo que quiero comunicar y que interactúe con lo que estoy haciendo. Me fijo si están atentos, mirando o qué están haciendo.

¿Y cómo elige a una persona entre doscientos invitados?
Es algo muy intuitivo, soy medio bruja y de tanto verlos me sale. Hay veces que los tímidos que parece que se esconden son los que piensan en su interior ‘cógeme’. Es algo que siento, cuando eliges a alguien termina riendo y pasándolo bien. Una vez elegí a un señor del público y le pregunté lo típico: ¿Estás soltero o casado? Me contesto ‘casado’ e hice la típica broma de ‘Ah, soltero, soltero’. Al señor le entró un ataque de pánico y su mujer se levantó de la mesa diciendo ‘No, está casado, está conmigo’, con otro ataque de pánico también. Aluciné pero me dije a mí misma: tengo que salir de este lío en el que me he metido, y lo hice muy airosa.

Hay un componente de psicología en su trabajo.
Pienso que sí. Soy bastante observadora.

¿Cómo llegó a Heart Ibiza?
Trabajo para varias agencias. Una de ellas pedía una maestra de cereremonias. Habían seleccionado ya a tres o cuatro, pero hice una videoconferencia desde Barcelona con José Corraliza, director de Heart Ibiza, y me contestaron que estaba seleccionada. No me lo podía creer y me di cuenta de que era realmente verdad cuando firmé el contrato.

¿Cuántos años lleva?
Este es el segundo.

¿Ha cambiado su personaje desde su inicio hasta ahora?
Sí. Lo tengo más dominado, le he dado más matices, hay que buscarle siempre una vuelta de rosca al personaje. El año pasado era agresiva y orgánica, como una mujer que te podías encontrar en cualquier sitio, este año es más excéntrica.

Una vez es la dueña de Heart, otra la mejor cocinera del mundo, después la reina del planeta. ¿Es cada noche igual o va variando?
Mi director me dice que tengo que seguir siempre la misma línea y pauta, y es verdad, pero juego un poco con la improvisación para salirme de esa línea e interactuar, pero siempre hay que tener una estructura y a partir de ahí moverse, más que nada para que sea fresco para mí y para la gente que repite.

¿El público acepta bien formar parte del show?
Sí, normalmente están entregados. En una ocasión me encontré con un grupo que no aplaudía ni en mi show ni en los anteriores y me chocó mucho que una serie de personas tuvieran la misma energía. Ante la sorpresa, la gente aplaude mucho y está eufórica o se queda petrificada y no se mueve, como si hubiera visto un ovni. Se ve que aquella noche vieron ovnis.

«Me gusta generar una emoción siempre que cause una sensación. Si me ignoran, es grave»

¿Cómo se queda usted cuando la miran como si hubieran visto un ovni?
Me gusta generar una emoción. Siempre que cause una emoción o sensación me parece fantástico. Si me ignoraran ya sería un problema grave.

¿Sueña con otro personaje?
Tengo mucha imaginación y me gusta siempre hacer cosas. No sé si podré seguir interpretando Lady Heart hasta que sea una viejecita con bastón. Tengo muchos objetivos en mi cabeza. Pero ahora me concentro en hacer este rol en un sitio en el que puedo cantar, bailar y actuar libremente, cumpliendo unas premisas que me establecen, pero me dan una libertad. Jose Corraliza es muy flexible, me entiende cuando le explico que quiero hacer algo y yo le entiendo cuando me explica lo que él quiere. Me deja trabajar la idea y explayarme, y después me va puliendo. Eso no te lo dan en cualquier sitio.

¿Cuándo se siente mejor, bailando, cantando, en su papel cómico, de actriz?
En todo lo que tiene que ver con expresar emociones, sobre todo en la interpretación. Estoy formada en teatro cómico, que no es lo mismo que clown